Demorar la gratificiación es una de las capacidades que definen la inteligencia emocional según D. Goleman (1.995), además de la empatía, la motivación y el autocontrol, entre otras. La capacidad de esfuerzo y de saber esperar por obtener algo mejor, entrenada en épocas tempranas puede aportarnos innumerables beneficios.
En la década de los sesenta, Walter Misehel (Universidad de Stanford) comprobó a través de un experimento llamado "Test de la Golosina", que el autocontrol emocional demostrado ante esta prueba, podía convertirse en un excelente predictor de la capacidad de fijarse objetivos y cumplirlos, no desistir ante las adversidades sino entenderlas como una oportunidad de aprendizaje, o acabar aquello que hemos empezado.
Lo resultados fueron que dos tercios de los niños fueron capaces de resistir y aplazar una gratificación mayor, el resto se comió la golosina incluso antes que el profesor saliese de la sala. Además, W.Misehel realizó un seguimiento a estos niños entre 15-20 años después, y la información que obtuvo fue diferente según si el niño había sido capaz de esperar algo mejor o no.
Las conclusiones derivadas de este experimento nos demuestran una información muy valiosa que podemos aplicar a situaciones reales y de adaptación a nuestro entorno. Si entendemos el autocontrol que poseemos para demorar una gratificación como la capacidad de poner a nuestro alcance todos los medios de los que dispongamos para conseguir una meta u objetivo, y por tanto, alcanzar el éxito en ese propósito, entonces podemos concluir que un mayor autocontrol está directamente relacionado con:
- Cumplir objetivos. Aunque nos suponga mucho esfuerzo, haremos todo lo posible por terminar los estudios, una dieta o dejaremos de fumar (esto último con mucho más esfuerzo aún....).
- Mejores habilidades sociales para desenvolvernos adaptativamente a situaciones conflictivas o problemáticas.
- Aumentar nuestra tolerancia a la frustración, los obstáculos se convertirán en oportunidades de aprendizaje.
- Asertividad. Nuestra comunicación será más asertiva, seremos capaces de decir aquello que queremos decir de manera clara, respetuosa sin herir ni ofender a los demás.
- Seguridad. Tendremos más seguridad en nosotros mismos y en las acciones que emprendemos para conseguir nuestras metas.
Quizás la capacidad de esfuerzo, de aplazar una gratificación por conseguir algo mejor, haya formado parte de nuestra vida/educación, o quizás no, pero en los tiempos que corren me parece todavía más importante fomentar y entrenar esta capacidad, a vosotros..... ¿qué os parece?